14 de junio de 2020
18 prácticas para lograr una escucha activa
Técnicas para escuchar mejor
Cuando pensamos en alguien que es un buen comunicador, normalmente nos imaginamos a una persona dando una conferencia o un discurso de campeonato; alguien que tiene grandes habilidades verbales y que sabe cómo transmitir un mensaje.
Sin embargo, la comunicación es un proceso que requiere por lo menos dos personas, una que se exprese y otra que escuche; y es en esto último, donde muy rara vez ponemos atención en desarrollar.
La escucha activa es una técnica que tiene como objetivo maximizar la comprensión y retención de un mensaje y la generación de una respuesta que proporcione confianza al emisor.
Esta técnica, parte del hecho de que nuestro cerebro puede procesar 800 palabras más de las que podemos articular y se basa en mantener esta capacidad cerebral excedente enfocada en el ejercicio de la comunicación.
En otras palabras, la escucha activa se puede conseguir poniendo en práctica lo siguiente:
Poner atención
Se trata de activar todos nuestros sentidos para percibir lo que la otra persona está intentando comunicar. Algunas tácticas para poner atención son las siguiente:
1. No interrumpas mientras la otra persona habla.
2. Mantén contacto visual e identifica los gestos, el tono de voz y las expresiones no verbales
3. No cambies el tema.
4. No pienses en lo que vas a responder mientras escuchas.
5. Haz un resumen mental de lo que la otra persona te está diciendo.
Demostrar que estás escuchando
Mientras la otra persona habla, se sentirá más confiada y segura si tú das señas de que estás escuchando lo que te dicen. Para cumplir con este principio, intenta lo siguiente:
6. Haz expresiones faciales.
7. Pon atención en tu lenguaje no verbal.
Proveer feedback de inmediato
Cuando hablamos, lo hacemos esperando un tipo de retroalimentación y esta puede darse de la siguiente forma:
8. Parafrasea lo que estás entendiendo o repítelo en tus propias palabras.
9. Si tienes dudas, házselas saber a la otra persona
Retrasar tus juicios
Este punto es uno de los más complejos, puesto que, para poder retrasar nuestros juicios, primero hay que saber identificarlos y para eso se requiere de mucho trabajo personal. Estas son algunas recomendaciones para poder lograr esto:
10. No des consejos a menos de que te los pidan.
11. Intenta ser empático mientras escuchas.
12. Evita las comparaciones.
13. Apaga tus filtros emocionales (si algo te despierta una emoción, identifícalo e intenta silenciarlo).
14. Espera a que la otra persona termine para generar tus conclusiones.
15. Busca evidencia en lo que estás escuchando, que pruebe que tú estás equivocado.
Responder con asertividad
Finalmente, un proceso de comunicación deriva en una inversión de papeles donde el que recibe se convierte en emisor. Al emitir tu mensaje intenta lo siguiente:
16. Sé fiel a tus ideas y di lo que tengas que decir.
17. Respeta lo que la otra persona te acaba de comunicar y busca mantener el diálogo en un tono que proyecte confianza y respeto.
18. Si vas a preguntar, asegúrate de hacer preguntas abiertas; aquellas que no concluyen con un sí o un no.
En este mundo en donde hay tantas personas con algo que decir, existen muchas oportunidades para alguien que desarrolla buenas habilidades de escucha. Generalmente son personas que logran proyectar confianza y así logran desarrollar mejores relaciones personales y profesionales.
Todos tenemos la oportunidad de corregir y mejorar esta habilidad y podemos comenzar a hacerlo si tomamos conciencia de la manera en la que escuchamos.
Si te interesa mejorar tus habilidades de escucha no dudes en contactarme.
Gracias por leer.