5 de mayo de 2020
¿Qué tienen en común los mejores equipos de la historia?
El deporte enseñándonos algo de liderazgo
¿Existe una fórmula para la grandeza deportiva? Ésta es una pregunta que Sam Walker responde en su libro “The Captain Class: A New Theory of Leadership”.
Después de estudiar y analizar a cientos de equipos en la historia de todas las disciplinas y utilizando un método estadístico comprensivo para filtrar a los mejores, Walker encontró a los 16 mejores equipos de la historia (ver lista completa aquí).
Propone que el factor más relevante para conseguir y sostener el éxito se encuentra en la figura del capitán. Admite que hay otros factores importantes como los entrenadores, directivas y el dinero, sin embargo, establece que son los capitanes quienes tienen una mayor influencia en los equipos de élite.
Agrupó a los capitanes de los 16 mejores equipos de la historia y los denominó como la “Captain Class”, encontrando sorpresivamente que:
- No tienen especialmente un talento supernatural.
- No persiguen los reflectores.
- No lideran en una forma tradicional.
- No son angelitos (modelos a seguir).
- No se caracterizan por tomar decisiones conciliadoras.
- No son habitualmente superestrellas.
- No en todos los casos el capitán funge como el líder del equipo.
Adicionalmente concluyó que todos los capitanes de élite comparten los siguientes 7 rasgos:
1. Perseverancia extrema y enfoque en la competencia. La energía de estos capitanes parece inagotable y se sobreponen fácilmente a la adversidad.
2. Son agresivos y prueban los límites de las reglas. Cometen faltas estratégicas y se manejan inteligentemente en tiempos delicados.
3. Están dispuestos a hacer el trabajo sucio y a ceder el reconocimiento. A estos capitanes no les importa el reconocimiento y dejan su máximo esfuerzo en realizar tareas menos populares pero esenciales en el funcionamiento del equipo.
4. Poseen un estilo de comunicación de bajo perfil, práctico y democrático. No son reconocidos por sus pláticas motivadoras ni por su popularidad entre las masas, sin embargo, son muy efectivos para comunicarse de manera individual y generando sólidos lazos de confianza y apoyo.
5. Motivan a sus compañeros por medio de acciones enérgicas no verbales. Son maestros de la comunicación no verbal y transmiten mensajes complejos con sólo una mirada.
6. Tienen convicciones claras y coraje para expresarse. A estos capitanes no les preocupa dañar su imagen personal con tal de expresar sus ideales y buscar el bienestar de toda una organización. Confrontan y cuestionan a la autoridad de una manera inteligente.
7. Poseen un control emocional de acero. Se mantienen concentrados y dedicados en la búsqueda de sus objetivos. Se reinventan y reconstruyen ante tiempos difíciles y de adversidad, incluso jugando con lesiones, dolor físico o emocional.
Interesante la hipótesis presentada por Sam Walker y los rasgos que propone que posee un capitán de élite. Me puso a reflexionar en la forma en la que, como sociedad, elegimos a nuestros líderes. Tendemos a basar nuestra elección en factores como la edad, apariencia, habilidad técnica, credenciales o antigüedad de un individuo, sin darnos cuenta que estos atributos no garantizan que dicha persona sea capaz de liderar. Colocamos a personas para que nos guíen y les otorgamos nuestra confianza, en muchas ocasiones, por un tiempo mayor al que necesitan realmente para probar si son o no son buenos líderes.
Tomemos un ejemplo del mundo de los deportes: Lionel Messi, quien porta un gafete por ser (debatiblemente) con el balón en los pies el mejor jugador del mundo, pero cuya capacidad para liderar o comportarse como capitán, deja mucho que desear. ¿Acaso Lionel Messi es particularmente perseverante? ¿Es agresivo? ¿Está dispuesto a hacer el trabajo sucio sin reconocimiento? ¿Posee un control emocional remarcable? La respuesta, desde mi punto de vista, es no.
¿Qué pasa en nuestros gobiernos o en nuestras empresas? ¿Qué estamos tomando en cuenta? ¿Cómo estamos eligiendo y evaluando a las personas que nos lideran?
Pienso una manera más acertada sería buscar cualidades humanas y actitudes como las que propone Sam Walker y alejarnos de jerarquías huecas e irrelevantes. Trabajar en la formación de aptitudes concretas y poner a prueba a nuestros líderes de una manera recurrente. Es así como podremos acercarnos a tener países, empresas y sociedades de élite.
En fin, si después de leer el resumen del libro Captain Class de Sam Walker te quedaste con ganas de más, entonces te recomiendo aventarte el libro completo. Cómpralo aquí: “The Captain Class: A New Theory of Leadership” en Amazon México.
Gracias por leer.
Los 16 mejores equipos deportivos de la historia según Sam Walker:
Equipo | Disciplina | Años | Capitán |
---|---|---|---|
Collingwood Magpies | Football de Reglas Australianas | 1927-1930 | Syd Coventry |
New York Yankees | Baseball MLB | 1949-1953 | Yogi Berra |
Hungría | Futbol Soccer Varonil Internacional | 1950-1955 | Ferenc Puskas |
Montreal Canadiens | Hockey Sobre Hielo NHL | 1955-1960 | Maurice Richard |
Boston Celtics | Basketball NBA | 1956-1969 | Bill Russell |
Brasil | Futbol Soccer Varonil Internacional | 1958-1962 | Hilderaldo Bellini |
Pittsburgh Steelers | Football Americano NFL | 1974-1980 | Jack Lambert |
Union Soviética | Hockey Internacional | 1980-1984 | Valeri Vasilev |
New Zealand All Blacks | Rugby Internacional | 1986-1990 | Wayne Shelford |
Cuba | Volleyball Femenil | 1991-2000 | Mireya Luis |
Australia | Hockey Sobre Cesped Femenil | 1993-2000 | Rechelle Hawkes |
Estados Unidos | Futbol Femenil Internacional | 1996-1999 | Carla Overbeck |
San Antonio Spurs | Basketball NBA | 1997-2016 | Tim Duncan |
New England Patriots | Futbol Americano NFL | 2001-2018 | Tom Brady |
FC Barcelona | Futbol Soccer Clube Europeo | 2008-2013 | Carles Puyol |
Francia | Handball Varonil | 2008-2015 | Jérôme Fernandez |
New Zealand All Blacks | Rugby Internacional | 2011-2015 | Richie McCaw |